Plástico de cartuchos compatibles de fabricantes chinos es cancerígeno.
El plástico usado por fabricantes chinos para los cartuchos de impresoras contienen retardantes a la llama, un material prohibido en aparatos eléctricos en la Unión Europea por ser cancerígenos y ser inhibidores hormonales, según la Asociación Europea de Remanufacturadores de tóner e inyección de tinta (Etira).
El plástico usado por fabricantes chinos para los cartuchos de impresoras contienen retardantes a la llama, un material prohibido en aparatos eléctricos en la Unión Europea por ser cancerígenos y ser inhibidores hormonales, según la Asociación Europea de Remanufacturadores de tóner e inyección de tinta (Etira).
Análisis realizados a estos artículos reflejan que poseen "altas concentraciones de éter de decabromodifenilo (DecaBDE), un retardante halogenado de llama" en índices muy superiores a los permitidos, según Javier Martínez Zavala, de esta patronal (Etira, en sus siglas en inglés).
Desde 2008, la normativa europea prohíbe el DecaBDE, sin embargo ha establecido un límite legal de 1.000 miligramos por kilogramo.
En los análisis realizados al plástico con el que se fabrican los cartuchos originales y los remanufacturados, los índices son conformes, dando valores muy inferiores al límite al presentar valores inferiores a cinco miligramos por kilogramo, de acuerdo con normativa.
No así los fabricados en el país asiático, que superan los valores permitidos de varias sustancias peligrosas y del retardante halogenado en valores de "entre 6.000 y 14.000 miligramos por kilogramo", muy superiores a los 1.000 establecidos por la directiva europea de sustancias peligrosas (RHOS), según el ingeniero forestal y de montes.
Actualmente, la Comisión Europea debate sobre el límite de los 1.000 miligramos porque "se considera demasiado alto por lo que se está estudiando bajarlo a tan solo 10 miligramos".
El éter de decabromodifenilo se encuentra en la "lista de sustancias candidatas extremadamente preocupantes en procedimiento de autorización" de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA).
El retardante halogenado está considerado sustancia cancerígena, inhibidor del sistema hormonal endocrino y afecta al desarrollo embrionario, además es persistente y bioacumulativo, es decir, que "una vez haya ingresado a un tejido animal se acumula", según el experto.
Según la ECHA, se han encontrado restos contaminantes de éter de decabromodifenilo en el agua y en los suelos europeos.
El coste del plástico para la fabricación de carcasas puede ascender a 1.200 euros el kilo, según el responsable de Etira, mientras que los fabricantes chinos utilizan plásticos que en Europa "serían destinados a la incineración con costes altísimos".
Esto evidencia que son componentes "de pésima calidad" y que plantean además otro problema a la hora de reciclar el plástico ya que violan la normativa de residuos eléctricos o electrónicos.
Los cartuchos chinos no son adecuados para el reprocesamiento, según los análisis mencionados, ya que al contener restos del retardante halogenado no pueden ser triturados y reconvertidos en materia prima porque contaminarían toda la muestra.
Por el contrario, tendrían que ser incinerados al igual que el tóner residual. EFE